Cuando el silencio llega tocando a tu puerta, es dificil saber que hacer si uno quiere hacer que ese estadio se convierta en algo atormentador, o simplemente dejarse llevar por el y disfrutar de la calma que eso proporciona. Esta ambivalencia se nos presenta como una llave magica capaz de abrir muchisimas puertas y solucionar problemas muy complejos.... Puede parecer absurdo que dejemos que el silencio nos lleve a sus profundidades, cuando dejamos que esto suceda permitimos que nuestra voz interior resuene en nuestra cabeza dandonos la oportunidades escucharnos a nosotros mismos, de entendernos, que dificil es para nosotros describirnos cuando ni siquiera sabemos lo que somos capaces de hacer por nuestros medios y herramientas, cuando ni siquiera sabemos y conocemos nuestras aptitudes y las actitudes que podemos tomar ante diversas situaciones. Ese momento de escucharnos a nosotros mismos nos hace reflexionar y actuar sobre lo que ya hemos hecho, lo que hemos vivido, y lo que hemos aprendido, cada momento que pasamos se registra en nuestra computadora central en nuestra base de datos, y esa misma capacidad de almacenar es la capacidad de recordar, de ver en un prisma de colores, que podemos voltear, y ver cada vez que queramos porque esta grabada alli, en nuestro cerebro forma parte de uno mismo, el silencio en vez de ser atormentador y hacer ruido en la nada de su existencia se convierte en la herramienta capaz de ayudarnos a cambiar... son solo unos minutos para uno mismo.... ¿Que dificil puede ser dejarse estar y comprenderse a uno mismo?... ¿Habrá algo muy dificil o doloroso que no podamos analizar o revisar?... pero en otros casos solo nos olvidamos de el y hacemos que se vuelva insoportable en vez de construirnos y convertirnos en algo mejor... ¿Por que somos tan complejos?, y la vida es tan simple... si observaramos mas, escucharamos mas, y dieramos mas sonrisas el mundo serìa mas aceptable, amable, y sobre todo feliz...