Mi experiencia de Caminante
Hola les escribo desde Papallacta, para contarles mi experiencia de camino desde Pifo. Me levante desde la cinco de la mañana, para prepararme para iniciar este día de caminar por la vida y defender nuestros pueblos ocultos. Fue un día muy largo caminamos desde las seis de la mañana hasta las tres de tarde, fue una jornada bien dura, pero se había notado un esfuerzo personal, solidaridad acogida, hubo mucha actitud positiva, hemos tomado el camino antiguo, llegando a la Virgen eso del mediodía tomamos un refrigerio luego en Papallacta almorzamos para después pegarnos un buen baño en las piscinas de aguas termales y la celebración de la Eucaristía y la presentación de los caminantes por grupos personas.
Después de una buena acogida en Pifo, a las cinco de la mañana dejamos el buen descanso, para emprender un nuevo rumbo, nos servimos el desayuno que cada familia nos brindó a cada una de las personas que acogieron en sus casas. A las seis de la mañana salimos cantando: el agradecimiento, el deseo de paz y todas las consignas. La gente desde sus casas nos deseaba un buen viaje, luego de salir del pueblo comenzamos la oración al Dios que nos acompaña en todo el camino.
En el camino se siente la solidaridad, la alegría que cada uno le pone al caminar. En este día caminamos por la carretera antigua que es un camino de piedra suelta y bien difícil sobre todo porque es subir al páramo, realizamos una parada en el primer tramo antes de subir a la vía carro sable, para descansar, tomar algo de agua y poder ir al baño.
Luego comenzamos nuevamente a caminar, se fue sintiendo el cansancio el frío, pero junto a esto el deseo profundo de cumplir la misión emprendida, con mucha dificultad llegamos a la gruta de la Virgen, allí la logística nos esperó con una agüita caliente, con dificultad nos entramos en la gruta para refugiarnos del frío, allí una oración a María nos abrigó para continuar el camino y descender a Papallacta. La bajada fue bien difícil, cada uno tenemos que ir frenando nuestro cuerpo un poco paralizado por el frío. Llegamos a Papallacta el equipo de logística ya nos ha preparado el lugar de alojamiento, luego fuimos a las piscinas de aguas termales, allí nos servimos el almuerzo.
Después de un breve descanso celebramos la Eucaristía, luego una evaluación del camino, y presentación de todos los caminantes. Regresamos al balneario para servirnos la merienda que con mucho cariño, nos han preparado.
Atentamente
Hno. Teófilo Córdova
Pos-novicio Capuchino de Ecuador
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